En el post “Escuela y familia, caminando juntos” indicamos algunas pautas para favorecer la comunicación y colaboración entre las familias y el centro educativo. Estas orientaciones las vemos de manera práctica en el “Proyecto Miló. Encuentro entre padres-profesores” llevado a cabo por el Colegio Compañía de María (Zaragoza).
Miló nace en el curso 2004-2005 con el motivo de fomentar el encuentro entre las familias y la escuela, y con la finalidad de generar actitudes a través de un diálogo formativo. Las familias participan en el centro educativo a través de un espacio de encuentro con otros padres, profesores y alumnos. Entre todos se crea un clima de reflexión donde se comparten puntos de vista y experiencias de aprendizaje, acompañando a las familias en su proceso de ser padres.
Se trabaja según tres líneas de acción:
- Charlas abiertas a toda la comunidad educativa a modo de conferencia, momentos de mayor visibilidad del proyecto en la comunidad y todos juntos. En ellas participan profesionales cualificados en la educación y ayudan a ampliar la mirada sobre temas que afectan como padres y profesorado.
- Los encuentros son diálogo compartido en grupo estable de familias y profesores. La continuidad del grupo ayuda a avanzar en el diálogo, reflexión y confianza, necesaria para profundizar en la experiencia y no quedarnos en un discurso más teórico y de conocimientos. Se coordinan 5-6 encuentros de grupos estables (octubre-mayo) al año, de 1 hora y 30 minutos. Estos grupos se componen entre 12/15 miembros, padres/madres y profesores, dinamizados por dos conductores (uno familia y otro profesor). Estos conductores de grupo forman parte de un equipo de conductores de etapa que trabajan en equipo con los 2 coordinadores de la etapa (profesor y orientador)
- Tutorías en las aulas que consisten en dinámicas sobre los mismos temas con alumnos. Un ejemplo es la tutoria con los estudiantes de 1º de ESO titulada “¿Nos tratamos igual chicos y chicas?” .
El proyecto Miló se ha convertido en un punto de encuentro para hablar de situaciones cotidianas que se dan en casa y en el colegio, donde se permite llegar a acuerdo. El centro lo destaca como “un proceso que va impregnando el centro de una nueva cultura en la manera de entender la relación y el trabajo conjunto entre padres y profesores, creando un clima positivo y continuado de relación educativa entre las familias y el colegio y ayudando a establecer criterios educativos compartidos”.
El Proyecto Miló es un ejemplo de coordinación entre familias y escuela. Sus protagonistas animan al resto de centros a crear estos espacios – «participar en algún encuentro y ver como el objetivo de favorecer otras formas de relación familia-escuela nos permite a la comunidad educativa crecer y evolucionar hacia la escuela del XXI que todos queremos, con agentes activos, participativos e integrados en el centro docente»-.