“Si no puedo dibujarlo es que no lo entiendo”
Albert Einstein.
Hace 35.000 años los prehistóricos ya representaban su pensamiento a través de sus pinturas con escenas y figuras, signos y dibujos de elementos naturales. Las artes rupestres eran la manera que los hombres utilizaban para mostrar al mundo exterior su interior. Esa condición innata de expresar nuestro pensamiento la tenemos desde antes de saber hablar. Los niños dibujan, añaden líneas y formas, a veces indescriptibles para un adulto, pero que desde el ojo de su creador tienen un significado.
Hacer del pensamiento una representación visual, ayuda a aclarar conceptos, organizar ideas y obtener otras nuevas. La imagen visual y gráfica permite obtener de un solo vistazo mucha información y a la vez ir conectándola. Sin duda, un momento de creatividad que se materializa en un diseño y formato concreto.
Defender y explicar proyectos de aula al claustro de profesores puede verse beneficiado con un conjunto de imágenes. Para ayudar a los docentes y a los alumnos en la tarea de hacer el pensamiento visual, los mapas mentales y el visual thinking se consolidan como dos recursos de gran potencial. La idea de estas herramientas es hacer del pensamiento un momento de motivación y disfrute por el trabajo.
Imagen Mapa Los Romanos. Colegio Nazaret Oporto
¿QUÉ SON? Podemos definir los mapas mentales como herramientas que permiten organizar el pensamiento entorno a un eje central o tema principal. La diferencia con los mapas conceptuales, es que éstos solo se componen de conceptos sin imágenes.
¿CÓMO SE CONSTRUYE? Parte de un concepto situado en el centro del plano y del que emergen ideas primarias y secundarias definidas a través de una palabra (o dos) e imágenes. Esto nos ayuda a organizar la información y vincularla a un concepto visual. La creatividad juega un papel importante en su composición, haciendo uso del color.
¿PARA QUÉ? Permiten ayudar a la concentración de la tarea, aclarar y organizar ideas, planificar tareas o apoyar el estudio.
¿QUÉ ES? Herramienta de procesamiento de la información de una forma visual, a través de dibujos que el autor vincula a conceptos o pensamientos, apoyándose en palabras.
¿CÓMO SE CONSTRUYE?
Lo mejor es que no es necesario saber dibujar. “Solucionar problemas mediante dibujos no depende en absoluto de la formación o el talento artístico” (Roam, 2008, p. 14). Dam Roam, autor principal de esta técnica, indica los elementos de construcción. Las herramientas que necesitas son “intrínsecas” del pensamiento visual; ojo, ojo de la mente y manos. Además, contaremos con accesorios como papel o pizarra acrílica y bolígrafo o rotuladores. La técnica de dibujo se compone de formas básicas, flechas y líneas y personas o cosas. Y, ahora:
¿PARA QUÉ?
Comprender la información asociando el contenido a imágenes y utiliza tus dos hemisferios.
Utiliza el dibujo para visibilizar tu pensamiento y pensarás mejor.