Hoy en día en educación está muy extendido hablar de aprendizaje cooperativo, sin embargo en la práctica siguen surgiendo dudas, experiencias negativas que no alcanzan los objetivos que se pretende lograr con él. «Agrupar a varias personas en la misma habitación y decir que eso es un grupo cooperativo no basta para que lo sea» (Johnson, Johnson y Holubec, 1999, p.7-8).

A menudo, pensar en este tipo de prácticas es asociar mayor trabajo para un determinado número de alumnos mientras que el otro se aprovecha. Lejos de esta afirmación, el aprendizaje cooperativo es el “empleo didáctico de grupos reducidos en los que los alumnos trabajan juntos para maximizar su propio aprendizaje y el de los demás”. Esta definición que nos aportan los autores Johnson y Johnson, busca una educación cooperativa y a la vez personalizada, donde todos los miembros del grupo ven aumentado su aprendizaje.

¿Cómo se logra la cooperación?

Para que el profesor logre fomentar un aprendizaje cooperativo es necesario tener en cuenta:

  • Tomar sus clases, programas y cursos actuales, y organizarlos cooperativamente.
  • Diseñar clases cooperativas que se ajusten a sus propias necesidades y circunstancias pedagógicas, a sus propios programas de estudios, materias y alumnos.
  • Diagnosticar los problemas que puedan tener algunos alumnos para trabajar juntos, e intervenir para aumentar la eficacia de los grupos de aprendizaje.

Veamos cómo se trabaja cooperativamente desde la visión de un alumno de 6º de Primaria, desde los diferentes componentes esenciales.

“El grupo de Pablo”

Esta semana toca trabajar el tema de la prehistoria y la profesora nos ha divido por grupos de trabajo. Somos 3 en cada grupo, a mi me ha tocado con Luis y Paula, no son de mi grupo de amigos del recreo pero juntos tenemos una misión, convertirnos en expertos de una edad concreta de la prehistoria. Me ha tocado el paleolítico.

Interdependiencia positiva “Nosotros en lugar de yo”

La profesora nos ha pedido que cada grupo hagamos la rutina “Piensa-me interesa-investigo” sobre la prehistoria. Entre los tres tenemos que plantearnos una serie de preguntas e ir completando cada columna. Las reflexiones que estamos aportando nos ayudarán para después investigar cada uno nuestra etapa de manera individual. Paula, ha comentado que podríamos investigar llamando a un museo, ¡es una gran idea!.

Se distribuye la tarea entre los miembros del grupo de manera que cada uno de los miembros debe investigar sobre la etapa que le ha tocado. Es una tarea que implica responsabilidad, ya que toda la información que recojan, tendrán que compartirla en la próxima sesión.

Interacción fomentadora cara a cara

“Estoy contento. He encontrado cosas muy interesantes sobre el paleólitico. Ahora voy a compartirlo con los demás”.

Las personas encargadas de esa determinada etapa se juntarán con otra persona de la misma etapa de otros grupos. Las parejas buscan un sitio libre y comentan la información obtenida durante 10 minutos.

Responsabilidad individual/grupal personal

“Soy un experto en la etapa del paleolítico. Ninguno de mis compañeros sabe más que yo en este tema pero tengo una tarea difícil… ¡tengo que hacer que lo entiendan tan bien como yo!. Entre las responsabilidades que me he marcado están: Escuchar a mis compañeros y atender sus explicaciones; Mejorar mi exposición oral y anotar todo aquello que no entienda”.

Transcurrido el tiempo, volvemos al grupo de tres para poner en común lo estudiado. La profesora corrige o añade algo si es necesario, en todo momento está pendiente de los grupos. En 5 minutos deben explicar al resto lo que han aprendido. A este tipo de prácticas se le llama “Explicación simultánea”.

Habilidades interpersonales y en grupos pequeños

«Cualquier problema que pueda surgir entre nosotros debemos saber resolverlo. La profesora nos ha dado algunas pautas»

El docente debe fomentar habilidades de trabajo en grupo como:

  • No levantarse del sitio durante el trabajo individual.
  • Mantener un tono de voz adecuado durante el intercambio de información.
  • Explicar a los compañeros la parte del tema asignada de manera clara.
  • Escuchar a los compañeros durante su intervención y aprender la parte del tema que a ellos les ha correspondido.
  • Elegir preguntas referentes a contenidos significativos y responder adecuadamente.
  • Ayudarse mutuamente.

Estas habilidades se ponen en práctica según los roles asignados a cada miembro del grupo: podemos tener una persona que dirija el trabajo del grupo, revisando los objetivos de la tarea, informando sobre el tiempo u ofreciendo procedimientos; otro resumiendo en voz alta y otro encargado de crear preguntas adicionales o exponer una conclusión final del grupo.

Procesamiento por el grupo. Evaluación

“Es momento de demostrar que hemos sido un buen grupo. Las aportaciones de Paula y Luis me han ayudado mucho a comprender las otras dos etapas (Neolítico y Edad de los Metales). Para saber nuestros conocimientos hemos ido al aula de informática y hemos tenido que resolver entre los tres una serie de preguntas online.

La última sesión irá dirigida a la evaluar todo el proceso de aprendizaje, donde se valorará el trabajo grupal y el individual. Además de una actividad grupal, cada miembro del grupo debe responder a una pregunta de desarrollo de una de las etapas que no haya trabajado. Cada pregunta sumará al grupo 2 puntos. En cuanto a la evaluación individual, cada alumno explicará a los miembros del grupo cómo se ha sentido y qué es aquello en lo que mejor ha trabajado durante toda la actividad (feedback positivo).

 

Referencias bibliográficas:

Johnson, D. W., Johnson, R. T., & Holubec, E. J. (1999). El aprendizaje cooperativo en el aula. Buenos Aires: Paidós.

Johnson, D.W., Johnson, R.T y Johnson, E, (1999). Capítulo 3. Los componentes esenciales del aprendizaje cooperativo. En Johnson, D.W., Johnson, R.T y Johnson, E, (1999). Los nuevos círculos del aprendizaje. Aique Bs. As. Argentina.