Pasión, entusiasmo y rigor es lo que transmite Mar Sánchez Izuel @MarIzuel, Directora del Colegio Nazaret Oporto de Madrid. Un liderazgo que comparte con el resto de Misioneras de Nazaret y donde el principal foco de atención es mejorar el aprendizaje de los alumnos y en aportarles experiencias y herramientas útiles para la vida. Sus palabras siempre son inspiradoras y sus proyectos educativos fuente de aprendizaje para otros centros.
¿Cómo es el centro Nazaret Oporto y qué le diferencia del resto?
Nazaret Oporto es uno de los diez colegios, Nazaret Colegios Innovadores, que las Misioneras de Nazaret lideramos en España y como el resto de nuestros centros algo que lo caracteriza es el hecho y la convicción de querer poner al alumno en el centro, no solo por nuestro vocación religiosa cristiana sino por ser también vertebrador de nuestro proyecto educativo. Para nosotras, el colegio es plataforma de evangelización: buscamos que cada uno de los niños y jóvenes de nuestras aulas sea capaz de descubrir cuál es el sentido de su vida.
Si a eso, que el alumno pueda descubrir el sentido de su vida, le sumamos el hecho de que su época es el siglo XXI, tendrá que ir equipado con tantísimos recursos para poder comprometerse en la transformación del mundo. Por ello, los educadores hemos de darle, con profesionalidad y compromiso, a la cabeza para ver en qué escenarios, en qué situaciones y a diario, los situamos y posibilitamos que desarrollen todas las competencias.
Por eso nuestro proyecto educativo innovador que, por inspirador, nos gusta compartir con otros centros, busca generar entornos en los que el alumno sea protagonista. Esto nos exige repensar y transformar, primeramente, el currículum, las metodologías, y la evaluación, y descubrir así un nuevo rol del alumno pero también del profesor.
El profesor ya no es el que tiene en su mano todos los conocimientos o toda la sabiduría, y por eso el alumno ha de venir a nosotros si quiere aprender; el profesor es el auténtico guía que acompaña a ese alumno en el proceso de aprendizaje. Hemos de llegar a descubrir qué es lo que apasiona al alumno, para guiarle y para que logre la mejor versión de sí mismo.
Si tenemos en cuenta todo lo anterior, necesitamos una nueva organización de centro en la que los profesores trabajen en teamteaching, trabajen en equipo, y con la que sepamos mezclar, como sucede en la vida real, edades, capacidades, ritmos de aprendizaje…Cuando se logran esas tres grandes transformaciones, la manera de hacerlo visible es la transformación de los espacios arquitectónicos y convertirlos en espacios abiertos que faciliten la comunicación y la colaboración, es decir, espacios que posibiliten diferentes modalidades de aprendizaje. Espacios en los que también tenga presencia lo digital y lo cultural.
¿Cómo han acogido los profesores las cuatro transformaciones?
Los profesores son pieza clave, son los auténticos agentes de cambio. Es verdad que en un centro es fundamental un equipo directivo con visión y liderazgo pedagógico pero quien ayuda a alcanzar esa visión y la enriquece, es el profesor que a diario está en el aula y recibe formación para ello.
Un profesor comprometido, que invierte tiempo y dedicación en el alumno porque cree que de verdad es el centro del colegio; un profesor dócil que se deja formar, que ha sentido la necesidad del cambio; un profesor muy profesional que no solo tiene buena voluntad y capacidad de compromiso, sino que también aspira a desarrollarse porque hace del aula su ámbito de investigación… ¡ese profesor es fundamental para hacer sistémico el cambio de todo un centro! Pero hace falta que el equipo directivo haga crecer a sus docentes.
¿Cómo adaptáis las metodologías a la realidad plural del barrio en el que trabajáis?
Un colegio concertado ha de ser un colegio comprometido porque ha descubierto que allí donde está puede y debe ser un pulmón para las familias y los alumnos a los que atiende. Cuantas menos posibilidades y oportunidades tengan las personas a las que atendemos, más obligación moral tenemos de ser innovadores y ofrecer una educación de calidad a la altura de las exigencias de nuestro mundo. Es injusta la desigualdad de oportunidades, por eso un colegio se las tiene que ingeniar para brindar un sinfín de ellas a todos los alumnos a los que educa, y las aulas, cuando hay profesores personal y profesionalmente muy buenos, son el escenario ideal para lograrlo.
¿Qué son Entusiasmat y Ludiletras?
Nosotras trabajamos desde el marco para la comprensión. Somos conscientes de que hay unas inteligencias múltiples en todos nosotros que hacen que cada alumno aprenda desde un punto de vista diferente y avance a diferente ritmo. Métodos basados en las Inteligencias Múltiples como pueden ser Emat y Ludiletras, nos han permitido trabajar, con más oportunidades, los dos talentos académicos que tradicionalmente se han valorado más: lo lingüístico y lo matemático. Hay una mayor garantía de comprensión, mayor facilidad para llegar a los contenidos porque lo estás permitiendo alcanzar desde todas las inteligencias que como capacidad posee todo niño.
¿Por qué es importante fomentar la creatividad en los alumnos?
La creatividad se debe enseñar. No es un talento con el que nazcan algunos sino que es fruto de las oportunidades que te han dado. Eres creativo si cada día te ponen en situaciones diferentes y te hacen detectar diferentes problemas y percepciones de una misma realidad. Si cada día te repiten lo mismo de la misma manera, esa creatividad con la que quizás nacemos; esa curiosidad y ganas de crear e inventar, que los niños tienen tan propia no se potencia. Como dice Gardner, Perkins… al alumno no hay que domesticarlo sino que quizás hay que salvajearlo, para que no pierda aquello que tiene de más genuino y original en potencia.
¿Cómo generamos una enseñanza para la comprensión?
Trabajando también el pensamiento del alumno de manera crítica y creativa. Hoy en día lo que menos necesitamos es más información, necesitamos cómo saber escoger y discriminar esa información. Vivimos en un mundo complejo donde el pensamiento es también cada vez más complejo. Por ello, está bien que yo docente lance preguntas a mis alumnos, pero también tengo que generar ocasiones en las que sea el alumno quien haga las preguntas. El interrogante, que tiene forma de anzuelo, es el que puede tirar del aprendizaje, de la reflexión, pero para ello hay que generar ocasión y espacio dentro del aula. Que el alumno se pare, se pregunte, dé posibilidades de respuesta, no niegue ninguna respuesta que pueda dar un compañero por muy peregrina que pueda ser… es algo muy importante. Después también será necesario poder reflexionar sobre esas mismas respuestas: cómo podríamos mejorar una situación, cómo podríamos aspirar a algo más en ese planteamiento de pensamiento profundo, crítico y creativo…
¿Qué retos y desafíos tenéis en el centro Nazaret Oporto?
Creo que una persona que educa tiene que vivir y sentir que el mayor reto y desafío que uno puede tener es el alumno que uno tiene en el aula a diario. Este alumno siempre es diferente y eso nos empuja mantenernos en esa innovación constante y sostenible. ¿Cómo hacer que esa innovación pueda llegar a muchos niños más? ¿Cómo hacer posible que de verdad la educación sea lo que cambie el mundo? Este debería ser el reto y el hilo conductor de nuestra práctica docente comprometida: irnos cada día a dormir para soñar y hacer posible, mañana, que puedo ser mejor profesor y llegar a muchos niños y adolescentes más.