Ficha_Jose María Alvira

¿Qué importancia crees que tiene la innovación en la educación?

Sin innovación no se podría progresar en la educación. Permanentemente hay que estar innovando para responder a los retos de cada momento, y este es el desafío que tenemos todos los centros. Creo que los colegios católicos están respondiendo muy bien a estos retos, lo hacen convencidos de que tienen detrás toda una historia, una tradición, un saber hacer en educación que les permite afrontarlos con solvencia y tranquilidad.

Pueden innovar con la tranquilidad de que juegan sobre seguro, porque no se trata simplemente de traer sin fundamento las novedades más en boga, sino de contar con las teorías y prácticas pedagógicas más actuales y, a la vez, basarse en ese saber hacer. Yo creo que se trata de eso.

¿Cómo podemos, desde Escuelas Católicas, ayudar a los centros a innovar?

En primer lugar, creo que había que convencer a todos de que vale la pena innovar y de que lo pueden hacer bien. Hay que hacerles perder el miedo, transmitirles la convicción de que no se puede seguir indefinidamente haciendo lo mismo o de la misma manera. Hay que reconocer que básicamente casi todos están convencidos, pero hay que darles la base teórica que les permita avanzar con seguridad. Por eso, en segundo lugar, se trata de mostrarles cuáles son las teorías pedagógicas que mejor responden a la realidad actual y las buenas prácticas que están funcionando bien en muchos colegios, en los nuestros y en otros. Y en tercer lugar, convencerles de que en nuestros centros ya se están haciendo las cosas muy bien pero que vale la pena dar el salto y avanzar en esas innovaciones.

Frase 3

Escuelas Católicas es una red de centros, ¿hay que ayudar a los centros a trabajar más unidos?

Sí, hay que compartir y trabajar sabiendo que somos una red, y que nos tenemos que ayudar y apoyar mutuamente, ejemplificando con casos reales cómo se puede avanzar. De paso yo creo que eso serviría también para hacer ver a toda la comunidad educativa en general, no solo a las escuelas católicas, que en nuestros centros se sabe innovar, se está respondiendo adecuadamente a los retos del momento y, por tanto, nuestra presencia en el mundo educativo español no solamente se justifica por una cuestión de derechos y de principios, sino también por nuestra aportación a la mejora de la educación.

¿Está reñido el ideario con la innovación?

No, en absoluto. Nuestros centros deben ser fieles a su propia identidad y responder a unos criterios y principios que son los que dan sentido a toda su actividad. Pero el ser fieles a una identidad no significa estar anclados en métodos ya superados, sino que es precisamente lo que permite innovar, con la seguridad de que esas innovaciones tienen una base muy sólida. A veces desconfío de innovaciones y novedades en el mundo educativo cuando detrás no hay un proyecto sólido, porque al cabo de pocos años acaba cayéndose como un castillo de naipes. Y en nuestro caso podemos contar con la seguridad de que sabemos educar y esto nos permite innovar.

¿Cómo podemos ayudar a los centros con planes estratégicos?

Desde Escuelas Católicas se está ayudando y apoyando a los centros a realizar esta tarea de varias maneras, entre otras a través de las jornadas y los cursos para profesores y equipos directivos. Profesores para el cambio y la innovación y Profesores en acción son ejemplos muy claros de estos proyectos que ayudan a los titulares, directores y profesores.

¿Un sueño para la educación?

Yo pediría educación para todos y educación en libertad. Hablo de nuestro país y de todos los países del mundo. Que todos los niños y jóvenes puedan tener acceso a la educación me parece que es la mejor manera de hacer progresar a las personas y a los pueblos. Cuando nos planteamos ayudar a las zonas más deprimidas, una tarea importante es la educación. Es una inversión a largo plazo, quizás menos vistosa que otras, pero al final eso es lo que hace progresar. Y que haya posibilidades reales para que cada familia pueda elegir el tipo de educación que quiere para sus hijos.