Afrontar que los días de descanso, de emociones y reuniones se han acabado, puede resultar duro. Proporcionar un ambiente de acogida sin romper con la magia de estos días pasados, es clave para que este regreso se haga más llevadero y poco a poco volver al trabajo diario en el aula.

Durante estas fechas se suceden muchos acontecimientos; reuniones con familiares que no ven desde hace tiempo, historias de navidad, visitas que les hacen salir de la rutina, emociones contenidas… se hace necesario trabajar todas estas experiencias desde todas las inteligencias múltiples, para que no queden únicamente en el recuerdo, sino que se entienda por qué han sucedido, qué han aprendido, qué es lo que más les ha gustado o lo que no.

Como muchos ya sabéis y hacéis en vuestras aulas esas primeras actividades a la vuelta de un periodo vacacional son claves para situar de nuevo al alumno en la materia. A continuación proponemos una serie de actividades que pueden ayudar a llevar mejor la vuelta de navidades mucho más motivadora para profesores y estudiantes trabajando desde las diferentes inteligencias:

  1. Haz del aula un museo de recuerdos. Haz que los niños representen mediante un dibujo o una fotografía el momento de la navidad más especial para ellos. (Inteligencia visual-espacial)
  2. Rutina de pensamiento “Veo, pienso, me pregunto”. Puede que sus majestades los reyes magos hayan sido muy generosos con ellos, pero con otros niños puede que no tanto. Hacerles valorar lo que tienen y lo que han recibido, puede trabajarse mostrando por medio de imágenes situaciones diferentes a su realidad. A la pregunta ¿Qué es lo que ves? Los niños analizarán la fotografía, reflexionarán sobre lo que ven, qué es lo que piensan sobre esa situación y qué se preguntan. Podemos trabajarla de manera individual y después en gran grupo (Inteligencia interpesonal)
  3. La otra carta. Revivir los momentos familiares a través de mensajes positivos, les ayuda a valorar lo que han recibido o percibido de ellos. Una actividad motivadora es escribir una carta a aquella persona que más ha tenido presente durante este tiempo, sobre lo que ha significado estas navidades junto a ella. (Inteligencia lingüística)
  4. Contrato de responsabilidad personal. Con la entrada del 2015 son muchos los deseos que podemos plantearnos, dejar patente que es lo esperan cambiar de ellos mismos en su aprendizaje puede ser una buena actividad para que no queden en el aire. Hacerles firmar un contrato de responsabilidad de deseos le hace autoevaluarse ahora, durante y después de un tiempo.  Será conveniente recuperar este contrato para ver si lo están cumpliendo o recordar lo que en su día se plantearon. (Inteligencia intrapersonal)
  5. Soluciona problemas. Todo lo que hay a nuestro alrededor nos aporta algo. Esa visita inesperada, un mal pensamiento, una reacción diferente… puede ser causa de una situación en un contexto poco habitual. Haz que piensen en una de esas situaciones de especial interés para ellos, que hayan vivido en estos días  y que reflexionen sobre todos los problemas que han podido surgir, finalmente tendrán que buscar una solución. (inteligencia naturalista)
  6. Un último regalo. Como si de un amigo invisible se tratara, los alumnos “regalarán” un rato de su tiempo a mostrar a esa persona aquello que mejor sabe hacer. Puede que tenga habilidad con el dibujo y quiera hacerle una pintura,  enseñarle una jugada de ajedrez, mostrarle su pasión por los pájaros o resolver un problema de matemáticas. Todos podemos regalar algo a alguien que no sea material. (Inteligencia cinestésica)
  7. Banda sonora a tus emociones. Como si fuera una película, buscar una canción que represente estos días o hacer su propia composición musical, pondrá el sonido a las emociones más recientes. (Inteligencia musical)
  8. Suma sonrisas y resta tristezas. ¿Cuántas veces has sonreído durante estas navidades? ¿qué momentos te han puesto tristes? Haz una lista de aquellos momentos que te han hecho sacar una sonrisa (el reencuentro con un familiar, el brindis de fin de año…) y súmalos. Haz lo mismo con aquellos momentos no tan bonitos o dolorosos (el recuerdo de un familiar que ya no está, un viaje de regreso…) Después resta las “sonrisas “ y “penas” para obtener el nivel emocional de estos días. No es un solo un número, es una reflexión sobre cómo te has sentido. (Inteligencia matemática)

¡Feliz vuelta al aula, educadores!