Peldaño a peldaño, se sube la escalera pero… ¿cómo?. Al igual que cuando comenzamos a andar, un paso es una victoria para después caminar, correr o saltar, para algunos niños esta meta se vuelve más compleja que, con ayuda de recursos y apoyos, no imposible de alcanzar. En todo este camino se definen una serie de experiencias guiadas por principios y procedimientos, beneficiosas para conseguir el objetivo. Así es como definimos a la acción de realizar buenas prácticas.
En educación, estas buenas prácticas se convierten en un “recurso que aporta ideas, identifica errores que sería previsto evitar y ayudan a que todo el sistema educativo avance más rápidamente y mejor” (Macarulla y Saiz, 2009, p.10). Cuando hablamos de inclusión, debemos pensar en todo el alumnado, en su diversidad. Desde el centro educativo se hace imprescindible para lograr la inclusión, valorar la heterogeneidad como recurso de enriquecimiento y oportunidad de obtener mejores resultados educativos.
Desde las escuelas debemos ofrecer una educación centrada en el niño, atendiendo a sus necesidades y evolución global, que le permita crecer, eliminando las barreras que puedan encontrar en cada peldaño. Esto no es posible sin apoyos, sin una enseñanza cooperativa entre profesionales, capaces de trabajar conjuntamente con otros docentes, equipos directos y otros profesionales, intercambiando experiencias y valorando cómo solucionar problemas de manera colaborativa. Y no sólo entre docentes, sino aportando una enseñanza cooperativa entre los alumnos proporcionando tutorías de iguales donde se apoyan unos a otros.
La educación inclusiva debe ir acompañada de una práctica reflexiva buscando respuestas sobre dónde estamos, a dónde quisiéramos llegar y qué queremos mejorar, consolidar o eliminar en el centro para adaptar el aprendizaje a aquellos alumnos con necesidades específicas. Bajo esta práctica de reflexión, de aprendizaje cooperativo, de enseñanza de resolución de conflictos y la experiencia en entornos educativos de educación inclusiva se presenta la Jornada para centros de educación especial e inclusiva.
Un encuentro que comenzará con la ponencia desde el ámbito universitario y de investigación, “Buenas prácticas en la atención a niños con necesidades educativas especiales” de Pilar Arnaiz Sánchez y que continuará con un programa donde se destacan ponencias inspiradoras de buenas prácticas y una visita en el centro de educación especial donde se celebra.
Referencias bibliográficas