Diana Laufenberg es una profesora que nos da una visión de la educación desde su propia experiencia. Momentos que le han servido de reflexión y de los que ha aprendido a enseñar. En todos esos momentos con los niños existen errores porque cuando dejas a un niño hacer una tarea de manera autónoma, donde crea conocimientos y diseña aprendizajes, los errores se convierten en parte de ese proceso de aprendizaje. Limitar el proceso a una sola respuesta, hace de este proceso algo lineal.

«El aprendizaje requiere de una dosis de fracasos; porque al equivocarse uno aprende en el proceso»

 

En este proceso, el profesor se convierte en un guía que respeta y reconduce las respuestas del alumno. Se necesitan una serie de consideraciones pedagógicas para llevar a la práctica este proceso, entre ellas:

  1. Formular preguntar que estimulen a nuestros alumnos a realizar análisis, síntesis y evaluación de la propia información.
  2. Respetar las preguntas e ideas del niño y aprender también de ellos.
  3. Valorar la originalidad de las ideas alternativas propuestas.
  4. Fomentar un aprendizaje creativo en las diferentes asignaturas.
  5. Utilizar actividades didácticas como método de evaluación, valorando el proceso.

Hagamos de los errores una experiencia de reflexión y superación.