Diana Laufenberg es una profesora que nos da una visión de la educación desde su propia experiencia. Momentos que le han servido de reflexión y de los que ha aprendido a enseñar. En todos esos momentos con los niños existen errores porque cuando dejas a un niño hacer una tarea de manera autónoma, donde crea conocimientos y diseña aprendizajes, los errores se convierten en parte de ese proceso de aprendizaje. Limitar el proceso a una sola respuesta, hace de este proceso algo lineal.
«El aprendizaje requiere de una dosis de fracasos; porque al equivocarse uno aprende en el proceso»
En este proceso, el profesor se convierte en un guía que respeta y reconduce las respuestas del alumno. Se necesitan una serie de consideraciones pedagógicas para llevar a la práctica este proceso, entre ellas:
- Formular preguntar que estimulen a nuestros alumnos a realizar análisis, síntesis y evaluación de la propia información.
- Respetar las preguntas e ideas del niño y aprender también de ellos.
- Valorar la originalidad de las ideas alternativas propuestas.
- Fomentar un aprendizaje creativo en las diferentes asignaturas.
- Utilizar actividades didácticas como método de evaluación, valorando el proceso.
Hagamos de los errores una experiencia de reflexión y superación.