“Deja volar tu imaginación” es permitir a nuestra mente explorar otros espacios donde el pensamiento pueda no estar sujeto a condicionamientos. La búsqueda de un ambiente mental que te haga salir de los conceptos conocidos, te permite explorar otros en los que antes no te habías parado a pensar. Lo mismo ocurre con el espacio terrenal, siempre descubrirás conceptos nuevos cuando te encuentras fuera del entorno conocido. La exploración de otros aspectos hace abrir tu mente.

Preocupados por proporcionar a nuestros estudiantes actividades creativas, nos olvidamos de algo tan obvio como el de permitir espacios nuevos de exploración. El aula es considerada un espacio cerrado dispuesto en mayor o menor orden pero con ciertas dificultades para volar.

Uno de los factores que configuran nuestra personalidad es el espacio. Los espacios deben proporcionar tiempos de reflexión individual y grupal. Disponer de diferentes rincones de trabajo con recursos y materiales diversos que estimulan  los sentidos, favorecen la experimentación y creatividad de los contenidos. Hablamos de salirse de los espacios tradicionales y crear lugares donde favorecer la construcción de pensamientos, disfrutar de lo que uno hace.

Espacios para dedicarse tiempo a lo que uno está haciendo y valorar sin distracciones el trabajo.

Espacios de comodidad con uno mismo y con los demás, de charlas entre compañeros y profesores.

Espacios habituales de trabajo como la biblioteca también te pueden invitar a entrar y descubrir entre las letras.

Crear espacios donde puedan convivir alumnos de diferentes edades fomentando un aprendizaje cooperativo e interdisciplinar. Tu aula también puede convertirse en un espacio para la imaginación. Haz tuyos los rincones del centro, los pasillos o el patio para que sean espacios libres y de creatividad.